¿Te imaginas llevar tu perfume favorito y que en el aeropuerto te lo decomisen por contener más de 100 ml? Además, el movimiento altera los componentes y acelera su descomposición. Es mejor llevarlo en un atomizador de viaje.
Existen diversas opciones de atomizadores portátiles que incluso tienen mecanismos para facilitar el llenado, pero si lo intentas rociándolo directamente del frasco, es el peor error, además de que estarás desperdiciando grandes cantidades, al entrar en contacto con el aire ya no olerá igual.
Debes retirar el atomizador y hacerlo con un pequeño embudo o un mecanismo equivalente. Te sugerimos adquirir un atomizador especial para perfumes que te permita realizarlo de manera simple y te tome tan sólo unos minutos.
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