La corbata ha perdido su poder en el armario masculino y se considera una prenda en peligro de extinción. En una época más rígida, era impensable prescindir de ella en un entorno laboral o formal. En la actualidad, muchas empresas optan por un código de vestimenta más relajado y permiten atuendos más casuales.
¿CUÁNDO ES APROPIADO USARLA?
Para ir a la oficina. Por supuesto. Atrévete con corbatas en tonos muy oscuros y con texturas.Para llevar con los 'nuevos trajes'. Con detalles como las rayas finas y jugando con la ironía (un pasador, por ejemplo).
Para looks formales. Con blazers y pantalones sastre, debajo de un jersey o incluso con camisas estampadas o de denim.
Para looks informales. Sólo camisa y corbata.
SU ORIGEN
La historia de la corbata es bastante interesante, pues como la mayoría de las prendas icónicas, se volvió tendencia después de una guerra. En el siglo XVII durante la guerra de los 30 años el Rey Luis XIII de Francia contrató a mercenarios croatas para ganar la contienda, estos personajes usaban una pieza de tela en su cuello como parte del uniforme, este lazo tenía un propósito más que decorativo; mantener la chaqueta amarrada. Al rey le gustó tanto que impuso un mandato real en el cual todos los asistentes a las reuniones de la corte debían usar una corbata, el cual nombró La Cravate.En resumen, la corbata es el accesorio más personal en el vestuario masculino, porque expresa la personalidad y gusto de quien la lleva. Usarla o no dependerá del entorno profesional y la cultura de la compañía. También debemos preguntarnos si la ocasión y el lugar lo ameritan para coincidir con su estética.
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